Alimentación Complementaria
Los principios rectores de una alimentación complementaria apropiada son:
Seguir con la lactancia materna a demanda, con tomas frecuentes, hasta los dos años o más.
Ofrecer una alimentación que responda a las necesidades del niño.
Darles de comer a los lactantes y ayudar a comer a los niños mayores.
Darles de comer lenta y pacientemente, alentándolos a que coman, pero sin forzarlos.
Hablarles mientras tanto, y mantener el contacto visual.
Alimentos que sean ricos en energía, proteína de alto valor biológico y en micronutrientes (especialmente hierro, zinc, calcio, vitamina A, vitamina C y folatos).
En cantidades, consistencia y frecuencias apropiadas.
Fáciles de preparar con alimentos de la olla familiar y con alimentos accesibles por las familias.
